Ejercicios de escritura creativa

¿No te ha pasado alguna vez que quieres escribir pero te quedas en blanco sin poder completar una frase? En tu cabeza llevaba un tiempo rondando la idea, pero las palabras no fluyen como esperabas, te despistas y terminas por dejarlo para otro día. Ese mal rato se conoce como «el bloqueo del escritor», pero por suerte hay muchas técnicas de escritura creativa para solucionarlo.


El bloqueo del escritor es la imposibilidad de escribir nada con sentido por más que mires la hoja. ¿Causas? Cansancio, bloqueo creativo, preocupaciones personales, inseguridad, perfeccionismo extremo, miedo al fracaso… Los motivos son tan variados como las personas.

Consejos para enfrentar el bloqueo literario

Por suerte, existen diversas técnicas narrativas para remediarlo, aunque tendrás que poner de tu parte para que se haga la magia. Para empezar, ten en cuenta los siguientes consejos:

  • ¡No te agobies! Es un momento puntual, tu talento no ha desaparecido de la noche a la mañana, volverás a escribir, así que no te obsesiones y dedica tu tiempo a otras actividades.
  • Trata de averiguar qué sucede dentro o fuera de ti que pueda afectar a tu concentración y creatividad: ¿duermes bien?, ¿tienes problemas en casa, en clase o en el trabajo?, ¿hay estrés en tu vida?, ¿te exiges demasiado?, ¿dudas de tu capacidad creativa?, ¿temes que a nadie le interese lo que escribes? ¡Todos tenemos días malos!
  • Intenta buscar una solución. Puedes, por ejemplo, meditar dormir mejor o relajarte al final del día. Sé más amable y menos exigente contigo mismo.
  • Escribe por el placer de escribir, como divertimento, como un hábito terapéutico, sin metas ni presiones. Eres tu primer lector, el más importante. ¡Disfruta del poder de tu imaginación!
  • Lee en lugar de escribir. Olvídate de la pluma durante un tiempo y lee mucho, lo que más te guste, pues no hay mejor fuente de inspiración que la lectura.
  • Prueba otros medios a tu alcance para dar rienda suelta a tu creatividad. Prueba con un blog, vlog, podcast, fotografía, música, cine… Tener otras aficiones hará que te diviertas, bajes la presión y, seguro, aparecerán montones de ideas nuevas que podrás aprovechar literariamente.
  • Utiliza disparadores de ideas para inspirarte. Son ejercicios creativos, breves y variados, para iniciar textos sencillos a modo de entrenamiento, los cuales ayudan a no perder la costumbre de sentarse a escribir durante un rato.

 

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5 actividades para superar el bloqueo

1. Baile de frases

Sigue y completa frases como estas: "A veces imagino que estoy…", "Me gustaría hablar sobre…", "Me pregunto cómo se sentirá hoy, después de…", "Él dijo que significaba…", "Ella quería saber por qué…", etc. Desarróllalas tanto como puedas y trata de unirlas para dar forma a una historia que puedes continuar. Anímate a crear tus propias frases de inicio y a repetir el ejercicio con ellas.

2. Letras de canciones

Busca una canción cuya letra te guste mucho o te llame la atención. Una vez la hayas leído o escuchado, escribe sobre lo que te transmite, lo que te hace sentir, o sobre el tema del que habla, las preguntas que plantea, o bien dale continuidad a tu manera.

3. La fotografía

Elige una fotografía llamativa con varias personas en un escenario poco común (por ejemplo, las fotografías históricas funcionan bien para este ejercicio). Después, escribe sobre el antes, el durante y el después de la imagen.

4. Encuentra en tu biblioteca

Anota la primera y última frase de varios libros de tu biblioteca personal. Luego, escribe un texto en el que vayan encajando todas como piezas de un puzle.

5. Personajes discrepantes

Describe tres personajes totalmente distintos entre sí, con atributos y personalidades contradictorias. La descripción debe incluir nombre, edad, aspecto físico, ocupación, rasgos psicológicos, manías, gustos, sueños…, lo que se te ocurra para enriquecerlos. Luego, idea en qué situación se conocen de uno en uno. Por último, imagina en qué situación coinciden los tres a la vez.

Después de probar estos ejercicios de escritura creativa para evitar el bloqueo literario, seguro que dices adiós a esa mente en blanco y descubres cómo las palabras vuelven a fluir al son de tu imaginación. ¡Genial!