Enviado por Ana Paula Del M... el 28 Septiembre 2020 - 1:48pm
En un mundo cargado de obligaciones, prisas y egos, hay detalles en el día a día que no parecen nada, pero que importan mucho. Uno de ellos es la amabilidad con la que tratamos a los demás y los demás nos tratan a nosotros. Ser amable, como el resto de valores, se aprende. Por tanto, de familias y docentes depende educar desde pequeñitos en una conducta cordial hacia los demás. Ser amable implica ser respetuoso, cortés y atento en las relaciones entre personas. A fin de cuentas, a todos nos gusta tratar con gente agradable que da los buenos días y las gracias, ayuda en momentos de necesidad o que simplemente sonríe.