Los animales despiertan la curiosidad de los niños desde bien temprano. Ya sea por su aspecto, su comportamiento o porque están habituados a verlos como personajes de cuento o de dibujos animados humanizados, los más pequeños se interesan enseguida por perros, gatos, pájaros, ratones, ardillas, osos, delfines… Una petición recurrente en los hogares con niños suele ser la de tener una mascota. Si estás pensando en adoptar, has tenido una gran idea. Si aún no lo ves claro, te contamos los beneficios para el bienestar emocional y para la educación de niños y niñas al contar con una mascota en casa.
5 razones para tener una mascota
- A partir de los 4 años, los niños comienzan a establecer lazos afectivos con un animal con el que conviva, especialmente gatos y perros. Hay otros animales como pájaros, peces, hámsteres o conejos, que también son mascotas geniales, aunque la interrelación no es tan intensa como con las dos primeras especies. La mascota se convierte en compañero de juegos, cómplice y fuente de consuelo con la que habla de las cosas que le preocupan o le asustan. No recibe respuesta, pero eso no resta un ápice a la relación confidencial que establece con el animal.
- La compañía de una mascota les da tranquilidad: jugar con el animal o simplemente tenerlo al lado, reduce el estrés y la ansiedad.
- Su relación les ayuda a aprender valores necesarios para la vida como la responsabilidad, la dedicación, la autonomía y el respeto. Por ejemplo, a la hora de alimentarlo, dar agua, cepillarlo, salir de paseo, no molestarlo mientras duerme, protegerlo...
- Una mascota también es aliada en la educación emocional de los más pequeños: el contacto físico y el afecto mutuo fortalece la autoestima, la confianza, la empatía, la generosidad y la amabilidad, entre otras.
- El vínculo con su animal de compañía les enseñará además a valorar la vida y la protección de los animales y la naturaleza.
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