Hay un tema en la literatura que nunca pasa de moda y protagoniza la mayoría de historias inolvidables. Se ha hablado de él desde los escritos de los autores clásicos hasta el poema que alguien escribió esta mañana. Es protagonista de títulos pasionales y siempre está presente en nuestras vidas de muchas maneras diferentes. Hay quien considera que es el sentimiento más bonito y puro que puede desarrollar el ser humano. ¿Ya sabes a qué nos referimos? ¡Acertaste! El amor. ¿A quién no le gusta una buena historia de amor?
Si alguna vez has pensado en escribir una historia de amor pero no sabes por dónde empezar, ¡estás en el lugar correcto! Te contamos cómo escribir una historia de amor.
Cómo elegir el género de tu historia
El amor se suele adaptar a todos los géneros literarios, por lo que realmente puedes escoger el tipo de narración que prefieras e incluir en ella una historia de amor. En general, se dice que la novela romántica debe tener un final feliz, pero también hay amor en la tragedia, como sucede en los clásicos de la literatura.
Bien es sabido que el amor puede surgir en cualquier parte y de cualquier modo: a bordo de un tren como en la literatura de aventuras; en mitad de una noche oscura como en los libros de misterio; en el salón de un castillo como en las novelas históricas; en la mesa de al lado en clase, tal como podemos leer en las de realismo social; al viajar en el tiempo como en los libros de fantasía; al ver sus colmillos de vampiro en la literatura paranormal o en sitios insospechados, como una nave espacial de los libros y cómics de ciencia-ficción.
El amor como tema principal del relato
Puedes elegir el amor como tema principal de tu historia o como tema secundario, aunque en este último caso tendrá menos peso en el argumento. Luego, pregúntate de qué tipo de amor quieres hablar: ¿amor apasionado o amor imposible?, ¿un amor a distancia o un amor virtual?, ¿algo más que amigos o amor tóxico? No te quedes en el tópico, explora e imagina situaciones nuevas, profundiza en los tipos de relaciones que conoces y sus peculiaridades: diferencia de edad, orientación sexual de los personajes, multiculturalidad, clase social…
Mientras hablas de amor, también puedes introducir otros factores que te interesen y preocupen: discriminación, acoso, medioambiente, salud, desempleo, ansiedad, depresión, futuro, etc. Lo más importante es que personalices tu historia con aquello que quieres expresar. Así, se convertirá en un relato único.
Si necesitas algo más de inspiración, puedes echar un vistazo a estos libros de literatura romántica recomendados y dejarte guiar por sus títulos, portadas y sinopsis:
Ante todo, recuerda que existen muchos tipos de amor y todos ellos pueden ser historias especiales: amor romántico, amor de familia, amor de amigos, amor por los animales y, por supuesto, ¡amor propio!
Construye a los personajes de tu historia de amor
Los personajes serán el alma de tu historia, por lo que debes construirlos de modo que sean creíbles y complejos. Piensa que el objetivo principal es que el lector se identifique con los protagonistas, que se vea reflejado en sus pensamientos y acciones a medida que avanza la historia. ¿Cómo se hace? ¡Dándoles humanidad!
Crea una vida para cada personaje desde la infancia y añade todos los detalles posibles, identifica los rasgos de su personalidad y serás capaz de imprimir su personalidad en todo lo que escribas. ¡No te olvides de su evolución! Un buen personaje empieza siendo de una manera y termina de otra debido a las vivencias por las que pasa.
Cuando los protagonistas estén listos, puedes pasar a definir los personajes secundarios, cuya labor será acompañar o entorpecer a los principales en la fantástica historia de amor que vas a escribir.
Inventa una buena trama para tu historia de amor
Es momento de pensar en los acontecimientos que van a suceder desde el principio hasta el final de tu historia. Lo normal es que haya un trama principal y una o varias subtramas relacionadas. Como escritor, te surgirán dudas a lo largo de la narración, por lo que te recomendamos hacer un esquema para ordenar la estructura de tu relato:
- Planteamiento: Dónde, cuándo y cómo comienza su relato.
- Detonante: Qué sucede para que los protagonistas se conozcan. ¡Sorprende al lector!
- Conflicto: Ésta es la situación que parece poner en peligro esa relación tan especial. ¿Qué pasará finalmente? ¿Se van a reconciliar? Habrá que seguir leyendo...
- Estrategias: Qué van a hacer los personajes para superar el conflicto y cumplir su objetivo.
- Final: Las historias de amor convencionales suelen tener un final feliz, pero puedes crear tu propio desenlace.
Siempre puedes buscar inspiración en otras novelas que hayas leído y adaptar esas ideas a las tuyas propias. Estas son algunas de las más leídas:
Determina el espacio y el tiempo
Tu historia tiene que situarse en un lugar determinado y desarrollarse en una época concreta. Ambos afectan de manera directa a la narración, puesto que los hechos y la personalidad de los personajes tendrán que adaptarse al tiempo en el que viven. Si tu escenario es una ciudad moderna, tu historia de amor será distinta a otra enmarcada en un pueblo costero o en la selva. De igual modo, las costumbres, leyes y relaciones en la Edad Media no son comparables a las relaciones actuales.
La literatura romántica, como el amor, siempre ha existido, por lo que tienes total libertad para escoger el espacio y tiempo que prefieras.
¿Necesitas un último consejo?
- La mejor forma para aprender a escribir es leyendo. Lee otros libros de literatura romántica. Inspírate, fíjate en la redacción y disfruta de las sensaciones que te provoca la lectura, ya sean clásicos o novelas actuales.
- Ten a mano un cuaderno y un bolígrafo. ¡Estás aprendiendo! Debes armarte de paciencia y pensar en la historia de amor que te gustaría leer. Anota todas las ideas que te vayan surgiendo. Seguro que muchas de ellas acabarán formando parte del relato.
- El protagonismo para los protagonistas. Cuando se trata de una historia de amor, el lector debe tener claro que la trama gira en torno a esas dos personas que se están enamorando (si es que has optado por una relación de dos). Y si decides incluir más parejas, cuida de no "hacer sombra" a la principal.
- ¡No se lo pongas fácil! Puede que la relación amorosa vaya sobre ruedas, pero a todos nos gustan las situaciones límite en la que vemos la verdadera pasión y objetivos de los personajes. Crea un conflicto que sorprenda al lector.
- Las emociones van primero. Un libro se convierte en un buen libro por las emociones que transmite, factor por el cual será recordado por tus lectores. Sé fiel a los sentimientos de tus personajes y haz que el lector se sienta identificado en tu historia de amor.