Chico escribiendo una redacción en un cuaderno. Decálogo para una buena redacción de Literatura SM.

Escribir bien (o mal) dice mucho de nosotros, sobre todo en una época en la que escribimos a diario más que nunca: trabajos académicos, emails, mensajes en redes sociales, entradas de blog, conversaciones con amigos… De un modo u otro, nos pasamos el día escribiendo nuestras ideas y compartiéndolas con otros gracias a las nuevas tecnologías. No digamos si, además, te gusta escribir relatos o poemas. De ahí la importancia de redactar bien para que quien te lea, pueda entenderte.


Las faltas de ortografía y de sintaxis, las reiteraciones o la mala puntuación son los errores más comunes, aunque hay otros aspectos a los que también debemos prestar atención cuando escribimos. Nuestro decálogo para una buena redacción te ayudará a redactar textos fáciles de leer y comprender:

1. Cuida la ortografía y la gramática. No olvides poner las tildes en su sitio; repasa las reglas básicas de la gramática; evita errores de concordancia de persona, género y número, etc. El mejor consejo que podemos darte es consultar el diccionario siempre que tengas dudas.

2. ¡No te repitas! Usar continuamente las mismas palabras o conectores gramaticales indica un vocabulario limitado. Para solucionarlo, ten a mano un diccionario de sinónimos y antónimos que te ayudará a dar color a tus textos y, de paso, ampliar tu vocabulario.

3. Ordena tus ideas. Antes de empezar a escribir, ten claro de qué quieres hablar y cómo vas a estructurarlo. Lo habitual es que haya una introducción, una exposición y una conclusión. Anota aparte las ideas principales y los temas secundarios que vas a desarrollar y utiliza epígrafes para ordenar el contenido.

4. Usa frases cortas. No abuses de adjetivos y adverbios, ni de ideas reiterativas. Un texto sencillo y breve es más fácil de comprender.

5. Opta por los párrafos cortos. Separa las ideas en párrafos cortos por el mismo motivo. La información se entiende mejor así, ya que los párrafos muy largos suelen confundir o aburrir.

6. Utiliza correctamente los signos de puntuación. La coma, el punto, el punto y coma, los dos puntos y los puntos suspensivos son imprescindibles para dar sentido y claridad a tu texto, además de dar un respiro al lector de vez en cuando.

7. No se escribe como hablamos. El habla coloquial no queda bien por escrito. Abusamos de muletillas, hacemos pausas e interrupciones, nos saltamos la estructura de las frases (sujeto, verbo y predicado), las ideas se quedan en el aire… El lenguaje escrito debe aportar toda la información de manera correcta para comunicar.

8. Utiliza elementos de maquetación. Elige el tipo y tamaño de letra adecuado, cuida el interlineado, pon sangría al comienzo de párrafo, usa letra negrita, cursiva o subrayado cuando sea necesario o quieras resaltar algo, justifica el texto, cuida el espacio entre palabras… Todo esto, hará que tu texto luzca con una presentación impecable.

9. Revisa y corrige. Siempre (¡siempre!) hay algo que corregir después de redactar. Vuelve a leer el texto con atención y localiza los posibles errores que hayas podido dejar atrás.

10. ¡Lee mucho! ¿Qué mejor sitio donde aprender a escribir que entre las páginas de un libro? La lectura, además de entretener, nos enseña cómo se conforma un texto y cómo expresar las ideas a través de la escritura. Fíjate bien en el lenguaje, en la construcción de frases y diálogos o en el uso de la puntuación.


¿Ya tienes claro cómo desarrollar una buena redacción? Recuerda que todo se consigue con práctica y, si todavía necesitas inspiración para desarrollar tu estilo, aquí tienes nuestras lecturas recomendadas de literatura infantil y juvenil para aprender a redactar como un escritor profesional:

Lecturas de 6 a 12 años

Libros juveniles

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