Entre editores II: El editor

Una de las cosas que más llama la atención a la gente cuando les comentamos que trabajamos en una editorial es el papel del editor. Las películas americanas nos han ofrecido una versión del editor-psicólogo que no es la más extendida en las editoriales españolas. Aunque en ocasiones, sí, hay que hacer de psicólogos, amigos o lo que haga falta para dar al autor el empujón y confianza que necesita para abordar su obra.

El trabajo del editor tiene muchas facetas. Y muchas dependen del tipo de libro que tenga entre manos: un proyecto aun sin una sola palabra escrita, un original terminado listo para ser convertido en libro, un libro publicado en otro idioma, una coedición... La relación que tiene el editor con el libro es distinta en cada ocasión. De igual manera que es distinta la relación que mantiene con el autor en cada caso.

Un libro en proyecto

En ocasiones el editor se enfrenta a un proyecto donde del libro solo se conoce una idea. Puede que la idea haya partido del equipo editorial. En ese caso, tras aprobarse el proyecto, comienza la búsqueda del autor que mejor pueda llevarla a cabo. Si el autor acepta el encargo, él y el editor se convertirán en inseparables durante el proceso de escritura.

Lo mismo sucede en el caso contrario. Es posible que sea el autor el que tenga la idea y pregunte a la editorial si resulta interesante antes de comenzar a escribir. En caso afirmativo, el editor suele convertirse en el primer lector de la obra que, como en una serie por entregas, recibe capítulo a capítulo para ir anotando lo mejor y lo mejorable a medida que la historia se desarrolla.

Del manuscrito al libro

La palabra «manuscrito» en el sector editorial alude a la obra del autor (impresa o formato electrónico) que no ha pasado por el editor. La acepción «escrita a mano» está descartada desde hace unos años.

El manuscrito nos pueda llegar de diversas maneras: un autor al que ya conocemos nos envía su obra terminada; un autor novel nos envía de forma espontánea su obra para que estudiemos su publicación; las obras las recibimos a través de los concursos de literatura que convocamos...

Si la obra es susceptible de ser publicada, el equipo editorial decide en qué momento del plan editorial saldrá a la venta. Generalmene, antes de verano ya conocemos todos los libros que saldrán a la venta al año siguiente. Siempre habrá modificaciones, pero la selección de títulos más o menos estará cerrada

El trabajo del editor a partir de ese momento consistirá en editar el libro, ayudar al autor a mejorar la obra, a redondear la historia, a dar consistencia a los personajes... y a asegurarse de que no haya incongruencias, además de cumplir los plazos.

El editor propone todos los cambios que considera al autor y a partir de ahí comienza una negociación entre ambos: a veces el autor no acepta un determinado cambio y el editor debe hacerle ver el motivo de su propuesta.

Si el libro que se trae entre manos forma parte de una colección, el formato del libro (alto, ancho, tipo de papel, estructura de cubierta...) ya estará decidido. En caso contrario deberá anotar sugerencias para transmitírselas a los diseñadores y que estos encuentren el mejor soporte para esa historia.

Por eso motivo podemos encontrar libros con páginas de colores, con más ancho que alto, con numeración en mitad del lateral de la página en lugar de en la parte inferior... Todo esto responde a unos criterios nada arbitrarios.

Traducciones

En otras ocasiones el editor se enfrenta a una obra que ya ha sido publicada en otro idioma. La primera parte de su trabajo en ese caso es enviarla a traducir.

Con obras de estas características el editor no tiene contacto alguno con el autor. Sí hablará con la editorial madre o con la agencia literaria, pero no con el autor. Su labor en este caso es editar la traducción y tratar de mantener o mejorar la calidad de la obra original.

En estos casos el equipo editorial debe decidir también junto con diseño y el equipo de marketing si mantener el soporte original o no. En muchas ocasiones hemos visto el mismo libro publicado en distintos países en soportes distintos: con tapa dura, con tapa blanda, con cubiertas diferentes, más grandes o más pequeños... pero siempre con el mismo contenido. 

Coediciones

Una coedición es una edición conjunta entre varias editoriales, generalmente de países distintos. Una de ellas oferta un producto, otras editoriales se suman a ese lanzamiento y de esta manera se abaratan costes.

Esto suele suceder en libros cuya fabricación es muy cara. Por ejemplo, en los libros pop-ups. En este caso el editor aporta el texto en su idioma y se encarga la fabricación del libro a la vez. Así se abaratan costes en produccción y transporte.

... y mucho más

Además de trabajar con el texto, el editor tiene otros cometidos menos gratificantes, como estudiar la viabilidad de los proyectos y hacer números para obtener la rentabilidad marcada por el equipo. Cada libro tiene asignado un presupuesto para su fabricación. Esto engloba la fabricación en sí, los costes de traducción, el paso por corrección, el pago a los ilustradores y escritores... Y todo esto a contrarreloj para no incumplir plazos.

Presentaciones de libros, acompañamiento a autores durante la campaña de promoción en eventos (ferias del libro, entrevistas...), participaciones en charlas y coloquios, estudio de la competencia o desarrollo de materiales auxiliares (recusos didácticos, material multimedia...) son otras de las tareas de un editor de literatura infantil y juvenil.

Perfil profesional

En España no existe la carrera de editor. Sí existen cursos de aproximación al mundo editorial y másters para editores. La formación universitaria de un editor suele ser de humanidades: periodismo, filología, sociología, traducción... Y suelen saber idiomas (imprescindible para las coediciones y la contratación de libros extranjeros).

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