El acoso escolar es una triste realidad entre nuestros niños y jóvenes que debe preocupar a centros educativos y familias. Encuestas y estudios de expertos, como el Informe Mundial del Bullying, muestran datos inquietantes en España y el mundo: en nuestro país, alrededor del 25% de niños y adolescentes confiesa haber sufrido o sufrir acoso, es decir, uno de cada cuatro estudiantes.
La forma de acoso más frecuente es psicológica y verbal, seguida por la agresión física y el ciberacoso. Se trata, por tanto, de un problema socio-educativo muy grave que no debemos ignorar por el bien de todos.
En este artículo vamos a hablarte de…
- ¿Cómo se presenta el acoso escolar?: qué es y tipos de acoso
- ¿Cómo se reconoce el acoso escolar y qué consecuencias tiene?
- Claves para prevenir el acoso escolar
- Lecturas que educan contra el acoso
1. ¿Cómo se presenta el acoso escolar?: Qué es y tipos de acoso
El acoso escolar, también conocido por el término inglés bullying, consiste en el hostigamiento, marginación o abuso de poder de uno o varios estudiantes contra otro. Un tema delicado, que a menudo se minimiza o silencia, presente dentro y fuera de las aulas, puesto que las situaciones de acoso también ocurren en los alrededores del ámbito escolar —calles, parques, autobuses…— o a través de Internet —redes sociales, plataformas de videojuegos, grupos de chat…—.
Se presenta en conductas abusivas y repetitivas con la intención de controlar y humillar a un compañero, incapaz de defenderse, por motivos variados: aspecto, modo de vida, etnia, clase social, orientación sexual, raza o religión, discapacidad, identidad de género, gustos y aficiones, etc. Casi siempre, el acoso lo ejerce uno o varios estudiantes en grupo con testigos que observan, pero pocas veces intervienen por miedo a recibir el mismo trato o a tener problemas. Entre los testigos podemos contar a compañeros de clase, docentes, cuidadores de comedor, etc.
Como vemos, se trata de un problema serio que afecta a la convivencia dentro de la comunidad educativa, al igual que fuera, ya que supone una violación de los derechos básicos de niños y adolescentes, y acaba teniendo consecuencias negativas en el bienestar de las víctimas y sus familias.
¿Por qué un menor llega a convertirse en la peor pesadilla de otro? Las causas suelen achacarse a una educación carente de valores y de inteligencia emocional, sin reglas ni referentes cívicos. El agresor desconoce la empatía y el respeto, además de estar acostumbrado al uso de la violencia física o psicológica para resolver problemas, vengarse u obtener lo que quiere.
Entre los tipos de acoso que sufre la víctima, destacan el acoso psicológico (miedo, soledad, baja autoestima…), verbal (burlas, insultos, amenazas…), social (exclusión, discriminación), material (robo o destrozo de enseres de la víctima), sexual y, con la popularización de las redes sociales, el ciberacoso.
Tanto familias como centros educativos son responsables de la buena educación de niños y jóvenes, así como de la prevención, detección y corrección de las conductas abusivas. Por tanto, es necesaria una colaboración mutua con actividades informativas y prácticas.
2. ¿Cómo se reconoce el acoso escolar y qué consecuencias tiene?
Como padres, debemos estar atentos para detectar a tiempo posibles conductas de acoso y solventarlas cuanto antes.
El acoso escolar se caracteriza por ser una conducta agresiva e intencionada que se repite y perdura en el tiempo de forma constante. El acosador actúa sobre la víctima deliberadamente con la pasividad de los testigos como aliada. Una pelea o una broma de mal gusto esporádicas no se consideran acoso escolar.
La víctima casi siempre sufre en silencio y no cuenta lo que sucede a sus padres por vergüenza u otro motivo. Por ello, hay que estar vigilantes e identificar síntomas como los siguientes:
- Cambios en el estado de ánimo que se alargan en el tiempo: tristeza, nerviosismo, irritabilidad…
- Cambio de rutinas al ir o volver de clase. Por ejemplo, no coger el autobús, cambiar de trayecto o evitar ciertas zonas.
- Nunca habla del colegio o de sus compañeros y se altera si se saca el tema.
- Pone excusas una y otra vez para no ir a clase.
- Bajo rendimiento académico.
- Tiene insomnio o pesadillas recurrentes.
- Pierde dinero, ropa o material sin explicación.
- Falta de apetito, cansancio, cefaleas…
- A menudo trae la ropa manchada o rota.
- Marcas de maltrato físico.
La víctima de acoso tiene que lidiar con consecuencias psicológicas que marcan para toda la vida y pueden ser graves: inseguridad, miedo, baja autoestima, desconfianza, introversión, culpa, falta de habilidades sociales, depresión, ansiedad, etc. Por otra parte, el acoso también afecta a otros niños, testigos pasivos, puesto que impide que desarrollen valores como la empatía, la justicia o la solidaridad, provoca indefensión y atrofia su respuesta ante la violencia.
3. Claves para prevenir el acoso escolar
Los adultos somos los encargados de prevenir el acoso escolar con estrategias como estas:
- Explicar qué es el acoso a los niños y dejar claro que no es aceptable en absoluto. Si damos buen ejemplo, siendo respetuosos y amables con los demás, tendremos mucho ganado.
- Escuchar a los niños y hablar con ellos habitualmente sobre la escuela y sus compañeros. La confianza y la comunicación son fundamentales si queremos detectar el acoso y erradicarlo.
- Enseñar a identificar situaciones de acoso y cómo enfrentarse a ellas, tanto la víctima como los testigos. Hay que animarles a contar lo que han vivido o visto para que no se vuelva a repetir.
- Conocer a profesores, compañeros, conductores, cuidadores, etc., que se relacionen a diario con nuestro hijo y preguntarles cada tanto si han observado algo fuera de lo normal.
- Acceder a boletines escolares, eventos o grupos de chat para estar informado de la vida en la escuela.
4. Lecturas que educan contra el acoso
Los libros son una herramienta didáctica esencial para desarrollar la empatía de niños y adolescentes. Creemos en el poder de la lectura para abrir la mente y tocar el corazón a la vez que educa en valores necesarios para evitar el acoso escolar. Tanto los cuentos para los más pequeños como la narrativa infantil presentan tramas y personajes con los que sentirse identificado, aprender a reconocer los diferentes tipos de acoso, así como sus consecuencias.
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