Mujer joven escribiendo en un cuaderno. Ideas y ejercicios para escribir de lo cotidiano

Si te fijas bien a tu alrededor encontrarás lugares, momentos, situaciones y personas dignos de aparecer en una historia o en un poema. Piensa en ello. Seguro que acuden a tu mente una buena cantidad de ejemplos: en el autobús, en el supermercado, en clase, en la pantalla de tu teléfono, en casa e incluso en tu cuarto. A menudo, simplemente nos movemos con prisa o con la mente en otra parte, sin darnos cuenta de que la vida, lo cotidiano, está lleno de literatura. ¿Hay mejor fuente de inspiración?


¿En qué puedo fijarme para escribir?

Todo lo que vemos, escuchamos y sentimos podemos convertirlo en literatura con el trabajo adecuado. Para empezar, prestando atención a nuestro entorno; luego, dando alas a la imaginación y usando la técnica literaria necesaria. ¿Cuántas veces has escuchado «La realidad supera a la ficción»? ¡Y es verdad! Deja que la creatividad haga de las suyas y convierta algo casual en escritura.

Esa idea provechosa que andas buscando puede estar en una conversación ajena que oyes de imprevisto; en objetos que usas a diario; en las noticias; en una película o en una canción; en el paisaje que observas por la ventana; en la gente que se cruza contigo; en tus propios sentimientos y emociones… Cualquier cosa puede resultar útil a la hora de crear un post en tu blog, iniciar un relato, componer un poema, construir personajes, concebir un guion…

El mejor consejo que podemos darte, más allá de vivir con los ojos, los oídos y el corazón atentos, es llevar siempre contigo un cuaderno para anotar todo lo que te parezca interesante. Más tarde, usarás esas anotaciones para escribir un texto literario, no lo dudes.

4 ejercicios de escritura creativa

Para escribir bien necesitas practicar. Por eso, te traemos unos cuantos ejercicios para darte nuevas ideas y para que experimentes con la vida y sus protagonistas. ¡Coge boli y papel!

  1. El observador. Busca un lugar cómodo y siéntate a observar cómo pasa la vida delante de tus ojos. Ya sea el banco de un parque, desde una terraza, la estación del tren, el patio del instituto o una plaza. Dedica 30 minutos de tu tiempo a mirar, escuchar y anotar con todo detalle aquello que capte tu atención. Te darás cuenta de que suceden montones de cosas en espacios públicos que, de otra manera, pasarían inadvertidas para ti.
  2. Objetos mágicos. Piensa en tres objetos cotidianos que uses a diario. Luego, otorga un poder mágico a cada uno. Piensa ahora en tres personas que conozcas, amigos o familiares, y reparte los objetos entre ellas. Escribe una historia corta sobre el uso que dan a cada uno de ellos y sus consecuencias.
  3. ¡Problemas! Las cosas no siempre salen como queremos. A veces, surgen problemas de forma imprevista que nos afectan. Piensa en diferentes tipos de problemas (identidad personal, amoroso, económico, familiar, legal, enfermedad, de estudios, entre amigos…), escoge tres o cuatro personajes y escribe sobre cómo surge el problema, qué sienten ante la adversidad y cómo actúan. Tú decides si los problemas tienen solución o no al final.
  4. Temas sociales. La sociedad y su comportamiento también es parte de lo cotidiano. Elige uno o varios temas sociales que te preocupen o indignen (discriminación, medioambiente, racismo, machismo, justicia, pobreza, etc.), y escribe una historia en la que los personajes lidien con ellos.

Como ves, hay multitud de ideas del día a día que puedes usar para crear un texto escrito. Localiza más e inventa tus propios ejercicios creativos, de los que, seguro, saldrán historias de las que te enorgullecerás luego.

Lecturas que inspiran para escribir

Y, por supuesto, ¡no pares de leer! La lectura te ayudará a encontrar nuevos temas y técnicas, que puedes aprovechar para escribir. A continuación, te recomendamos libros para jóvenes lectores en los que la vida y sus vaivenes te dejarán huella.