IDEAS PARA ORGANIZAR LA BIBLIOTECA INFANTIL DE CASA Y CUIDAR TUS LIBROS

Cuentos para antes de dormir, regalos de cumpleaños, lecturas para el cole, sus colecciones favoritas… Los libros infantiles se multiplican en casa y llega un momento en que no sabemos dónde ponerlos o no encontramos lo que buscamos. Por eso, te traemos unas cuantas ideas para organizar la biblioteca infantil familiar y hacer de ella un espacio agradable y accesible para los pequeños de casa. Y de paso, añadimos algunos consejos para conservar los libros en buen estado.

En este artículo, vamos a hablarte de...

  1. Cómo organizar la biblioteca infantil de casa.
  2. Libros que no pueden faltar en tu biblioteca infantil.
  3. ¿Cuáles son los enemigos de tus libros?
  4. Consejos para cuidar tu biblioteca.
  5. Libros con encanto para tu biblioteca.

1. Cómo organizar la biblioteca infantil de casa

En casa, ¿dónde guardáis los libros de vuestros hijos? ¿En el salón o en su cuarto? ¿En una caja o en estanterías? ¿A su altura o fuera de su alcance?

Crear una biblioteca personal para los niños, hará que aprecien más los libros y estimulará en positivo el hábito de la lectura. Es sencillo: si tienen un sitio especial para leer, con las lecturas ordenadas y que llamen su atención, la idea de sentarse con un libro entre las manos y disfrutarlo durante un buen rato surgirá antes o después.

1.1 ¿Dónde ubicar la biblioteca y qué poner en ella?

Es recomendable colocarla en un lugar que el niño sienta como propio, y ese sitio suele coincidir con su dormitorio. Ten en cuenta los siguientes puntos a la hora de ubicarla:

  • Consigue un ambiente acogedor y estimulante, bien iluminado, cálido en invierno y fresco en verano.
  • Evita los estantes altos para minimizar el riesgo de accidentes. El niño utilizará la cama o lo que esté a su alcance para llegar más alto y conseguir el libro.
  • Utiliza muebles a ras de suelo en los que sea sencillo localizar y acceder a los libros.
  • Podéis decorar el sitio con dibujos propios con sus personajes de libro favoritos, pegatinas, colgantes relacionados con el mundo del libro, lámparas con formas y colores, pisapapeles, muñecos, etc.
  • Junto a los libros, también puede haber un equipo de audio para escuchar cuentos o canciones, cuadernos de dibujo, lápices de colores, una pizarra, títeres…, con los que pueda recrear las escenas leídas y dar rienda suelta a su creatividad.
  • También podéis confeccionar juntos marcapáginas para los libros o tarjetas de identificación del tipo «Este libro pertenece a…».
  • Procura que sea un espacio libre de televisión, consolas, ordenadores y teléfonos móviles para no distraer su atención.

1.2 ¿Cómo organizar la biblioteca?

Con el paso del tiempo, la colección de libros del niño irá creciendo, del mismo modo que sus gustos variarán. Para que encuentre fácilmente el libro que le apetece leer, coloca los títulos de la siguiente manera:

  • Por género (cuentos, rimas, aventuras, misterio, fantasía…).
  • Por formato (cómics, libros de tacto, libros interactivos, atlas, diccionarios…).
  • Por tema (emociones, amistad, animales, naturaleza, valores, etc.).
  • Por colecciones.
  • Por título en orden alfabético.
  • Por autor.
  • Por editorial.
  • Por colores

¡Importante! Esta organización debe ser consensuada con el lector. Busca su implicación para disponer la biblioteca, teniendo en cuenta sus gustos y acompáñale a la librería o a la biblioteca para escoger juntos sus lecturas.

Si hay una biblioteca pública cerca de casa o en la propia escuela, sería buena idea iniciarlo en el trámite del préstamo de libros. Luego, estos libros de préstamo deben tener un apartado propio en su biblioteca personal para no perderlos.

Por último, recuerda que no tenemos que esperar una fecha señalada para regalar un libro. Cualquier día es bueno para aparecer por casa con uno bajo el brazo. Pide que lo envuelvan en la librería para crear expectación en quien lo recibe y dáselo siempre como un regalo especial. No olvidemos que la imposición no sirve de nada a la hora de fomentar el hábito de la lectura, sino todo lo contrario, y estos pequeños detalles harán que el niño relacione los libros con experiencias positivas, animándole a seguir leyendo en el futuro.

Mira nuestras recomendaciones para llenar la biblioteca infantil de casa con libros divertidos y educativos para todas las edades:

De 0 a 5 años

De 6 a 12 años

3. ¿Cuáles son los enemigos de tus libros?

Los libros no son imperecederos. Tanto los elementos ambientales como una mala preservación pueden deteriorarlos o, en el peor de los casos, acabar con ellos.

El cuidado oportuno de nuestra biblioteca hará que los libros se mantengan en perfecto estado y nos duren toda una vida, como decía la canción. Además, si compartimos esta tarea con los pequeños de la casa, contribuiremos a que respeten los libros y aprendan a valorarlos.

Veamos cuáles son los enemigos de tus libros:

  • El polvo

Al estar colocados en un mismo sitio durante mucho tiempo, las partículas de polvo se adhieren a cubiertas y hojas sin que nos demos cuenta. El polvo lleva consigo partículas que pueden oxidar el libro y, en ocasiones, incluso huevos de insectos. Por eso, es aconsejable limpiar con regularidad el canto superior de los libros con un plumero o con una brocha de cerdas suaves.

Para realizar una limpieza más profunda, tendremos que sacar los libros de sus estantes. Usa un paño húmedo para retirar el polvo del mueble y, después, sécalo con papel o una bayeta seca. Antes de volver a colocar los libros debemos asegurarnos de que el estante está completamente seco.

En cuanto a los cantos y tapas del libro, podemos utilizar el plumero, un paño seco o un pequeño aspirador. Para limpiarlo, hay que mantener el libro bien apretado para que el polvo que retiramos no se introduzca entre las páginas. Si hay polvo adherido a los bordes de las páginas podemos utilizar una goma de borrar limpia.

  • La temperatura, la luz y la humedad

Además del temible fuego, los otros tres grandes enemigos de un libro son la temperatura de la habitación, la luz y la humedad.

La biblioteca debe ubicarse en un lugar con luz tenue, ambiente seco y ventilado, evitando fuentes de calor como radiadores, chimeneas o calefactores eléctricos, que pueden ajar el papel y resecar la cola de la encuadernación. El flujo de aire es imprescindible si queremos evitar el típico olor a libro viejo provocado por la lignina del papel y la tinta.

La luz del sol nunca debe incidir sobre los libros, pues el papel se degradará rápidamente y las tapas perderán su color. La luz fluorescente tampoco es aconsejable.

La humedad es uno de los elementos más destructivos con los que un libro puede toparse. Tenemos que evitar habitaciones húmedas, sitios cercanos a una ventana o a tuberías que puedan sufrir pérdidas. La humedad ambiental provoca movimientos de contracción y dilatación que deterioran poco a poco los materiales del libro. Además, sumada a una temperatura alta, hace que proliferen los hongos.

Procura que las estanterías cuenten con un fondo de madera para aislar los ejemplares de la pared. En el caso de librerías al aire, intenta que los libros no toquen el muro. Si encontramos un libro con trazas de humedad o moho entre sus páginas, debemos separarlo del resto para que no los contamine. Colócalo eventualmente en otro lugar aireado y con poca luz. Si quieres un truco para limpiar las hojas con manchas de humedad, espolvorea polvos de talco por encima y mantén el libro apartado durante varios días con algo pesado encima. Luego, retira el talco con un cepillo suave página a página.

  • La colocación

Otro detalle a tener en cuenta a la hora de preservar nuestros libros es su disposición en los estantes. Los ejemplares deben colocarse en vertical sobre un anaquel plano y horizontal. De lo contrario, se deformarán, dañando la encuadernación.

También se recomiendan estanterías abiertas en vez de cerradas. Estas pueden cuidar la exposición al polvo o resultar más bonitas a la vista por su diseño, pero también son perjudiciales por la acumulación de humedad. En cuanto a los materiales, es preferible la madera al vidrio, ya que este no deja que el aire se renueve y afectará al papel.

Por último, ¡ojo con la presencia de insectos como termitas y cucarachas o de roedores! Nadie los quiere cerca. Los libros, tampoco. Pueden comerse las páginas o utilizarlas para dejar sus huevos.

4. Otros consejos para cuidar tu biblioteca

Para que los libros de tu biblioteca luzcan siempre como nuevos, te dejamos otra serie de cuidados necesarios:

  • No forzar el libro al abrirlo o apoyarlo con las páginas abiertas en un ángulo de 180º, puesto que la encuadernación sufre, se deforma y podrían despegarse las páginas o las tapas.
  • No doblar las esquinas de las páginas para señalar un punto de lectura. Si ya lo hemos hecho o nos encontramos un ejemplar así, podemos humedecer levemente el papel y dejar el libro prensado con peso encima durante varios días hasta que recupere la forma.
  • No usar cinta adhesiva para pegar hojas o la cubierta, ya que el ácido del pegamento puede decolorar el papel y, a la larga, arruinarlo.
  • No humedecer los dedos con saliva para pasar las páginas.
  • No guardar flores u hojas de plantas y árboles entre las páginas, las cuales, al descomponerse, mancharán el papel y lo degradarán.
  • No toser, estornudar, ni usar insecticidas o perfumes sobre un libro.
  • Mantener la comida, la bebida y las manos sucias lejos de nuestros libros. Un accidente puede ocurrir en cualquier momento.
  • No subrayar ni anotar con bolígrafo o rotuladores.

5. Libros con encanto para tu biblioteca

Para prelectores

Para los que empiezan a leer