Cartas desde mi cielo

La pérdida de una mascota puede ser la primera experiencia relacionada con la muerte a la que un niño ha de enfrentarse, muestra de la otra cara de la vida con la que todos tendremos que lidiar antes o después. La respuesta de los niños ante la pérdida de un ser querido varía según su carácter y las circunstancias: por lo general, a los menores de cinco años aún les cuesta entender el concepto de muerte y consideran esa desaparición física una especie de misterio, hecho que sí comprenden y lamentan en edad escolar, y que provoca montones de preguntas a los que rondan la adolescencia.

Las familias pueden ayudar a superar el dolor con diversas acciones. A veces, evitamos hablar de la tristeza por pudor o sobreprotección, aunque es bueno expresar las emociones. Leer juntos libros adecuados para cada edad, facilita el diálogo y puede ayudarles a sobrellevar el duelo.

Cartas desde mi cielo, de Dawn McNiff e ilustrado por Patricia Metola, es un precioso cuento protagonizado por la pequeña Inés, quien acaba de perder a su querido perro Alfie, y en cuyas páginas la pena se compensa con humor y situaciones entrañables. Un buen día, Inés recibe una carta desde el cielo perruno en la que Alfie le cuenta cómo es su nueva vida allí. Quiere que ella sepa que la extraña mucho y, de paso, compartir con ella todo lo que hace en su nuevo hogar con la esperanza de consolarla. Recomendado para niños de 3 a 6 años, su lectura invita a hablar en familia y poner en común sentimientos e interrogantes para superar juntos la pérdida.

 

    5 consejos para pasar con los niños la fase de duelo

    • Habla con sinceridad: busca el momento adecuado para mantener una charla tranquila sobre lo sucedido. Aunque sea duro, hay que decir la verdad al hablar de la muerte y explicar qué implica, es decir, la ausencia del animal. Debemos desechar cualquier sentimiento de culpa y responder sus dudas de la manera más sencilla posible.
    • Despedida: la familia puede decir adiós a la mascota mediante un ritual: un funeral privado, plantar un árbol, hacer una placa conmemorativa… Es bueno despedirse de nuestros seres queridos para aceptar la realidad y seguir adelante.
    • Juega si te lo pide: a menudo, los más pequeños no saben cómo expresar su dolor y utilizan el juego como canal, recreando situaciones con su mascota desaparecida. Ayúdale a sobrellevarlo tomando parte en sus juegos imaginarios.
    • Comparte tu pena: seguro que tú también echas de menos a tu mascota desaparecida. No debemos reprimir las emociones, pues son parte de la vida. Además, podréis consolaros mutuamente y estrechar vínculos de confianza.
    • Recordad a vuestra mascota: pasados los días, es bueno recordar al ser maravilloso que ya no está, pero que tanto nos dio. De nada sirve tratar la muerte como tema tabú. Cuando surja, hablad de vuestra mascota con naturalidad y cariño, recordando los buenos momentos que pasasteis juntos.