¿Me lo lees otra vez?

¿Me lo lees otra vez? ¿Te resulta familiar esta frase? Dentro de unos años, pocos, cuando a las once de la noche veas la luz de su cuarto encendida, le insistas en apagarla otra vez y te diga “¡Solo una página más!” … sabrás que ya tienes en casa un lector o una lectora para toda la vida. Y entonces sonreirás, a pesar de las horas.

La cultura visual es de gran importancia por el carácter facilitador del aprendizaje que poseen las imágenes. Y esto es perfectamente aplicable a los cuentos. Tan importante es lo que leen como lo que ven.

En las primeras etapas de la infancia, casi hasta los 3 años, las ilustraciones de los cuentos apoyan el relato. Así mismo suelen ser dibujos sencillos, de trazo grueso, con colores primarios y sin demasiado detalle. Es decir, acordes con el desarrollo cognitivo del niño.

Pero a los 4 y 5 años, con los álbumes ilustrados damos un paso más allá. Las imágenes comienzan a sustituir al texto convirtiéndose así en elemento fundamental para continuar la historia que se narra. Esto será un reto para los niños ya que les incitará a rellenar “vacíos” en la historia que ya no da el texto y a emplear sus propia creatividad para completarla. Además, las gamas de colores y texturas se amplían y muestran cada vez más detalles. La tipología de ilustraciones se amplía hasta el infinito, lo que enriquece el relato audiovisual y fomenta su propia creatividad al mostrarles que en la creación no hay límites.

Beatriz Millán, madre e influencer, nos recomienda primeras lecturas desde su experiencia y nos muestra libros estupendos para trabajar con los más pequeños:

 

 

Lecturas fascinantes para lectores exigentes

Los álbumes ilustrados son como tesoros que uno se encuentra, grandes obras que contemplar con fascinación una y otra vez. Como Matrioska. Cuenta la historia de Andrei, un conocido juguetero ruso que, un día, fabrica la muñeca más perfecta que ha hecho nunca. La llama Matrioska. Es tan especial que hasta puede hablar y sentir. Juntos comprenderán lo importante que es buscar aquello que nos hace felices y el valor de la familia.

Dentro de la cultura visual que nuestros hijos van adquiriendo está el cine. Un cine que ahora podemos compartir con nuestros pequeños gracias a colecciones como Pop Classics que reviven en varios cuentos adaptados para ellos, las películas de nuestros tiempos. Ahora podremos vivirlas juntos, generar grandes conversaciones y disfrutar en familia de ellas.

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