¿Me lo lees otra vez?

¿Me lo lees otra vez? ¿Te resulta familiar esta frase? Dentro de unos años, pocos, cuando a las once de la noche veas la luz de su cuarto encendida, le insistas en apagarla otra vez y te diga “¡Solo una página más!” … sabrás que ya tienes en casa un lector o una lectora para toda la vida. Y entonces sonreirás, a pesar de las horas.

Un libro es mucho más que un libro. Esto lo tenemos claro. Es un viaje, una aventura… y hay libros donde esto no es solo una metáfora, sino una realidad. Porque hay libros que son para jugar, para meterse dentro de ellos literalmente, para enriquecerlos con el mundo particular de cada uno. También para descubrir y sorprenderse. Para anticipar las cosas. Para vivir en el asombro.

¿Y si pudieran abrir un libro y leerlo de forma infinita en 360 grados? ¿Y si pudieran crear su propia obra de teatro? ¿Y si apareciera un palacio enorme en el que poder crear su propia historia?

Los libros interactivos ayudan a los niños a unir esa parte de juego con la parte lúdica del aprendizaje. Y son un lugar donde tus hijos podrán perderse una y otra vez, donde imaginar infinitas historias. Donde no dejar de sorprenderse.

Beatriz Millán, madre e influencer, nos recomienda primeras lecturas desde su experiencia y nos muestra libros estupendos para trabajar con los más pequeños:

Lecturas sorprendentes para lectores curiosos

Hay libros con los que maravillarse: una historia increíble para leer y escenarios para jugar. ¡Todo en uno!

El palacio de las hadas es uno de esos libros: es tridimensional, pop up, con todo tipo de detalles, tres escenarios diferentes, partes móviles, solapas ocultas… horas y horas de diversión nos esperan tras las páginas. Al igual que con El pollo Pepe juega al escondite con sus amigos, una aventura diferente en la que el pollo Pepe tendrá que encontrar al resto de personajes abriendo puertas, siguiendo pistas... en un impresionante libro carrusel.

Con estos libros las oportunidades son infinitas. Nos abren un abanico de posibilidades para divertirnos y dejar rienda suelta a la imaginación. Son una manera estupenda de acercar a los más pequeños a la literatura con distintos estímulos como escenarios, pop-ups, lengüetas o solapas.

Os dejamos nuestras lecturas recomendadas: