1. La importancia de desarrollar la autonomía personal

Si pensamos en aspectos relevantes de la educación de niños y niñas, no podemos olvidar la adquisición de autonomía personal: la capacidad de realizar por uno mismo las tareas propias de cada edad, empezando por hábitos diarios (higiene, comer y dormir bien, recoger los juguetes, hacer la cama…), y siguiendo por actividades sociales como ir al cole, hacer deporte, aprender las normas de cortesía y educación vial, etc.

En realidad, tener autonomía significa hacerse responsable, tanto de las prácticas y obligaciones de lo cotidiano, como de las decisiones y actos que nos conciernen según crecemos. Por tanto, es esencial para el futuro de nuestros niños y, además, afecta en el desarrollo de la personalidad: sin autonomía, hay dependencia, falta de iniciativa e inseguridad, lo que interfiere con el aprendizaje y con las habilidades sociales. Por el contrario, los niños que adquieren hábitos de autonomía, ganan en autoestima al verse capaces de hacer cualquier cosa y al percibir la confianza de sus padres y educadores.

2. ¿Cuándo y cómo ayudarles a adquirir autonomía personal?

A partir del primer año de vida, ya podemos enseñarles hábitos de autonomía. La vida diaria está llena de rutinas para empezar: usar el orinal, lavarse las manos, utilizar los cubiertos para comer, ponerse y quitarse la ropa…

Luego, una vez empiecen la vida escolar, tendrán que aprender a ordenar su cuarto y pertenencias, madrugar, organizar su tiempo para el estudio, andar solos por la calle, ir a comprar, ayudar en casa... Reglas básicas para desenvolverse, que serán el punto de partida de otras más complejas según se hacen mayores.

Debemos ayudarles con paciencia, cariño y constancia, explicándoles bien cada tarea y dando ejemplo. Los niños, al igual que los adultos, necesitan una motivación para lograr un objetivo. Por ello es bueno usar el refuerzo positivo, esto es, felicitarles o premiarles cuando hacen las cosas bien. También podemos pedirles que repitan lo que ya saben para aumentar su autoestima. No olvides que cada niño es diferente y tiene su ritmo a la hora de aprender: tan contraproducente es sobreprotegerle como exigirle más de lo que puede dar.

En la lectura encontrarás un buen aliado para mostrarle ejemplos de autonomía personal y estimular su aprendizaje a través de las historias y sus personajes. ¡Mira nuestras recomendaciones por temas!

3. Lecturas del día a día

Cada día es una aventura, aunque hay determinadas situaciones que se repiten desde que suena el despertador. Así, nuestros niños comienzan a adquirir primeros hábitos a partir de la rutina.

De 1 a 5 años, te proponemos los siguientes títulos para descubrir lo cotidiano mientras os divertís juntos con imaginarios, libros interactivos y otros.

4. Libros de baño

La hora del baño se repite a diario y no siempre es de los momentos favoritos de los más pequeños. A muchos les cuesta dejar lo que están haciendo para mojarse. Por eso es primordial convertir la hora del baño en un momento lúdico del que disfrute toda la familia. Además, debes saber que no solo es cuestión de higiene personal, sino también una oportunidad para estimular su desarrollo cognitivo a través del juego: hacer pompas de jabón, crear cascadas con vasos de agua, pescar muñecos… ¡y los libros de baño!

Algunos de estos libros para niños muestran simpáticos animales y cambian de color al entrar en contacto con el agua (sin materiales tóxicos). ¡Descúbrelos!

5. Libros para decir adiós al pañal

Decir adiós al pañal y hola al orinal es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más importantes para la autonomía de nuestros hijos. Los cuentos funcionan de referente y explican la transición de uno a otro con sentido del humor.

Encontrarás más información y juegos descargables en Operación Pañal, y aquí, una selección de nuestros libros para dar este gran paso en casa:

6. Lecturas para comer bien

Aprender a comer por sí mismos es otro de los grandes retos al que se enfrentan en su primera etapa de crecimiento. Despedirse del biberón, saber cómo se usan los cubiertos, descubrir sabores y texturas nuevas… Cada niño tiene sus tiempos, aunque lo habitual es que entre los 18 meses y los 3 años de edad ya sea capaz de utilizar el tenedor y la cuchara. Antes, usará las manos para alcanzar los alimentos. ¡Ya sabemos cuánto les gusta tocar y coger!

El niño aprende por imitación y se sentirá atraído por los cubiertos en cuanto te vea usarlos. Si los pones a su alcance, jugará sin dudarlo. No debemos impedirlo, pues así se familiariza con ellos. Aprovecha entonces para enseñarle el nombre de cada uno y explicarle para qué sirven. Luego, muéstrale cómo los usas tú a la hora de comer. Empieza por la cuchara y sigue por el tenedor. También puedes mostrarle cómo beber de un vaso y usar la servilleta.

Y aunque manchen mucho, debemos ser pacientes y entender que es un proceso largo de ensayo y error en su desarrollo personal, que perfeccionará con el tiempo. Libros infantiles como estos pueden ayudarle durante esta etapa:

7. Cuentos para ir a dormir

Cuando llega la noche, en muchos hogares se repite la misma historia: los niños no quieren irse a dormir. Para establecer una rutina positiva, te proponemos leerles un cuento para acabar el día. Así se relajan, crean vínculos afectivos contigo y desarrollan la imaginación antes de soñar. ¡Mira y escoge entre nuestra selección!