Agustín Fernández Paz

Hoy nos hemos levantado con la triste noticia del fallecimiento de Agustín Fernández Paz, uno de los autores más importantes de la literatura infantil y juvenil contemporánea.

Todas las personas que trabajamos en SM lamentamos la pérdida de este gran escritor y nos sumamos a las muestras de condolencias que amigos, lectores y profesionales de la literatura están manifestando de diferentes maneras.

 

Orballo
En recuerdo de Agustín Fernández Paz
Por Gabriel Brandariz, Gerente de Literatura Infantil y Juvenil en SM

Hace unos años, el periódico El País publicaba un artículo sobre Agustín Fernández Paz con el título «Agustín Fernández Paz,  a quien todo el mundo quiere».  Probablemente, es el titular periodístico más acertado y preciso de la prensa española de los últimos tiempos. Era imposible no querer a Agustín. Imposible. 

A lo largo de algo más de una década he tenido la suerte y el privilegio de compartir con él tiempo y libros, y si bien apenas nos vimos en persona y gran parte de nuestra relación fue a través del teléfono y del email, ni los píxeles ni las ondas, tan fríamente digitales, fueron capaces de restarle un ápice de humanidad, cercanía, calor y bondad infinita.

Agustín amaba la creación, la educación y saber que con su granito de arena estaba contribuyendo a que sus lectores se planteasen el mundo con esa contradicción tan humana: la falibilidad y la capacidad de hacer grandes cosas, de transformar.

Como editores, tenemos la responsabilidad de que su voz no se apague nunca. Y es que no importa que sus novelas fueran de terror o realistas, largas o colecciones de relatos; todo lo que escribía estaba impregnado de él. Su prosa no era más que una manifestación de sí mismo: sencilla, humilde, certera, con esa retranca tan gallega como él. Agustín era como el orballo, esa lluvia del norte que parece que no te quiere molestar, que no te quiere mojar pero que, cuando te has dado cuenta, te ha empapado. Vaya que si te ha empapado.