Cada vez que llega septiembre el equipo de marketing y el equipo de ventas de literatura infantil y juvenil nos juntamos con el equipo editorial para que nos cuenten qué libros vamos a publicar el año siguiente. Sobre ese plan de lanzamiento juntos construimos la estrategia de marketing y ventas de cada uno de los libros.
Los editores aprovechan para contarnos las bondades de cada obra. Y nosotros comenzamos desde ese momento a pensar qué de especial haremos para este o aquel lanzamiento. Siempre hay dos o tres libros que llaman más nuestra atención. Y entre ellos está Valkiria: Game Over, de David Lozano.
¿Lo bueno de trabajar en la editorial? Que sabemos antes que nadie qué va a encontrar el lector en la librería meses después. ¿Lo malo? Pues que si estás ante un libro como este, los meses pasan muuuy despacio y cuentas los días para el libro por fin llegue. Y ese día es una fiesta. Hay que verlo, tocarlo, olerlo, hojearlo... y decidir quién se lo lleva a casa para leerlo o releerlo ya con forma de libro.
Y hoy por fin lo tenemos en nuestras manos. Se trata de una obra inquietante. De esas para las que tienes que reservar una tarde. Porque en el momento en que comiences, ya no podrás parar.
Esto va a acabar mal.
Rubén detiene sus movimientos, no se reconoce en el espejo del diminuto cuarto de baño de la habitación. Su reflejo le devuelve la imagen de un rostro tenso, sin afeitar, con unos ojos que se hunden bajo mechones de cabello apelmazado por el sudor. Parece enfermo, hace dos días que apenas duerme. Se enfrenta a su propia mirada en el cristal y solo ve la expresión asustada de un desconocido.
Soy yo, se insiste.
Tengo que largarme de aquí o terminaré como Marta.
Y Marta está muerta.
Rubén procura contener el nerviosismo. No se lo puede permitir. Aparta la vista del espejo y la pasea sobre la cama donde descansa su móvil, junto al portátil encendido que muestra su muro de Facebook con el último estado que ha publicado minutos antes:Los errores se pagan.
ENTREVISTAMOS A BERTA MÁRQUEZ, EDITORA DE VALKIRIA
Otra de las cosas buenas de trabajar en la editorial es que tenemos contacto directo con las personas que convierten un manuscrito en un libro. Así que hemos aprovechado para preguntar a Berta Márquez, la editora de esta obra, sobre algunos aspectos de su trabajo:
- ¿Lo más interesante de editar Valkiria?
Editar un libro de suspense siempre es interesante. Hay que estar muy pendiente de los detalles para tratar de desmontar el argumento y ver si funciona bien, esto es un trabajo lento y laborioso, pero es muy divertido.
- ¿Qué es lo que más te ha sorprendido del libro?
Me gusta mucho el ritmo que tiene la novela, y cómo va tendiendo trampas al lector para crear falsas sospechas hasta el último momento en que de pronto, ¡zas!, te cuenta la verdad y te das cuenta de que todo encaja. ¡Es genial!
- ¿Te imaginabas el final?
La verdad es que no. De hecho, llegó un momento en la lectura que pensé «madre mía, cómo va a poder resolver esto David». Y no solo lo resuelve, sino que sorprende.
- ¿A quién le va a gustar este libro?
A los lectores de Donde surgen las sombras, porque es un planteamiento similar: un dispositivo electrónico y un juego al límite como puntos de partida. A los lectores de David Lozano, porque tiene todas las claves del autor: ritmo trepidante y momentos aterradores. A todos los aficionados al thriller y a la novela de terror psicológico, porque van a disfrutar de esta historia desde la primer página.
- ¿Motivos para leer Valkiria?
Los mismos motivos que para leer cualquier otra novela. Aquí os dejo unos pocos: para pasarlo bien, para evadirnos, para imaginar, para ser otros, para entender a los otros, para entendernos a nosotros mismos, para jugar, para huir del mundo, para pensar, para dudar...
ENTREVISTAMOS A JULIÁN MUÑOZ, DISEÑADOR DE LA CUBIERTA DE VALKIRIA
Si algo tenemos claro desde las editoriales es que los libros entran por los ojos. Por eso son tan importantes las portadas de los libros. Aprovechamos que también tenemos cerca a Julián Muñoz para preguntarle sobre el proceso de creación de la portada del libro.
- ¿Qué pretendías reflejar en la cubierta?
Es fácil dispersarse y querer reflejar todos los detalles de una novela en una sola imagen. Es como un primer instinto, pero es preferible pararse junto al editor o editora y pensar qué queremos resaltar de este libro. A partir de ahí, trabajar uno o dos conceptos. Nosotros nos decantamos por destacar que se trataba de un thriller en el que había una huida constante de algo o alguien.
- ¿Cómo fue el proceso de diseño?
Me suelo apoyar en alguna idea gráfica general para que el libro tenga una apariencia sólida. Esto le da como identidad. Para este, escribí una y otra vez con tinta y pincel «Valkiria, Valkiria, Valkiria...» casi como un loco. Y con todo ese material trabajé en una estructura sobre la que componer el resto de elementos: el título del libro, el nombre del autor, personajes, detalles... Esta vez funcionó, pero siempre hay decenas de ideas previas que se descartan y acaban en algún lugar muy lejano. No es nada fácil acertar a la primera porque en diseño manejamos conceptos muy subjetivos.
- ¿Por qué esos elementos?
Bueno, aparece la mirada de Odín por encima de todo. No vemos bien su cara, pero sabemos que está ahí y parece que no trae buenas intenciones. Y esto, junto al protagonista corriendo, los cristales saltando por los aires... te puedes hacer una idea sobre qué va a ir todo esto. ¡Huye! Los colores y los trazos rotos de las pinceladas refuerzan la idea de que estamos ante un thriller.
«Valkiria te ha elegido. No puedes escapar.»
¿Juegas?