
La capacidad de aprendizaje de los niños es asombrosa y la curiosidad es su gran aliada para descubrir el mundo que les rodea mediante el juego y la experimentación. En estas edades es muy importante ofrecer materiales y experiencias de aprendizaje adecuados para este momento concreto de su desarrollo cognitivo. Cada pequeño descubrimiento se convierte en una gran aventura: los primeros hábitos, las emociones, los colores, los números, los animales, las letras…
La interacción del niño con su entorno para averiguar cómo funciona es una de las claves principales en su proceso de aprendizaje. La función del adulto es la de mantener la seguridad y ofrecer alternativas y oportunidades para que indague y experimente por su cuenta. Ten en cuenta que el secreto no está en presentar numerosos estímulos, sino en despertar su interés para que participe de manera activa.
La mayoría de las actividades cotidianas pueden ser fuente de aprendizaje: el desayuno, la ducha o el vestirse solos. Nada mejor que hablar o cantar a un pequeño para establecer una relación de interés mutuo y, por supuesto, jugar. Hay que hacer del juego una rutina más de la vida diaria.
Cada niño es único, por eso hay que saber qué le gusta y qué no, observando sus respuestas. La clave está en encontrar experiencias que se presenten como retos que los motiven e inspiren.
Aprender jugando
Los libros de la colección Lara, Leo y Luis acompañan a nuestros pequeños en esos momentos de descubrimiento, disfrute y aprendizaje, ya sea con sus cuentos en rima como con los cuadernos para jugar y repasar. Con este vídeo se incentiva el aprendizaje a través del juego y la canción. ¡Les encantará!