... ANDRÉS GUERRERO no se sabe muy bien si es un ilustrador que escribe o un escritor que dibuja.
A veces, su parte de escritor le cuenta una historia a su parte de ilustrador para que la dibuje. Y a veces es al revés: el ilustrador hace un dibujo suelto y el autor se da cuenta de que en esa ilustración hay toda una historia que merece la pena ser contada. En cualquier caso, Andrés confiesa que vive en las nubes y que aún no ha aterrizado, porque ha tenido la enorme suerte de poder dedicarse a lo que para él, de niño, era un sueño: contar sus propias historias.
Cuando Andrés escribe, prefiere hacerlo a mano, con esos bolis que se deslizan rápidamente por el papel. Suele escribir con la letra muy pequeña. Y claro, cuando luego lo pasa al ordenador, no entiende la mitad de las cosas que ha escrito.
Si algún día ves a Andrés por la calle y te apetece invitarle, llévale a comer un bocadillo de tortilla francesa con jamón: es su preferido. Y de postre, un buen café con dónuts.