Lísel y Po

Lauren Oliver proviene de una familia de escritores. Por eso, ya de pequeña le parecía normal pasarse horas delante de un ordenador reflexionando sobre la diferencia entre palabras como «susurrar» y «musitar».

Siempre le encantó leer; tanto que, cuando era niña, si un libro le gustaba especialmente, al acabarlo se ponía a escribir nuevas aventuras de sus personajes para no tener que separarse de ellos. De todos modos, no solo disfrutaba leyendo o escribiendo: también le gustaba jugar con sus amigos, tanto los reales del colegio como los imaginarios.

Ahora, de mayor, vive en Brooklyn (un barrio de Nueva York), que le parece el lugar más divertido del mundo, y pasa mucho tiempo viajando en tren, avión, metro y autobús.

Pero eso no le hace perder el tiempo: escribe constantemente en todo lo que encuentra a mano, ya sea su cuaderno, una servilleta de papel o su teléfono móvil.