... CARLES CANO es un cazador de cuentos: los acecha por las esquinas, por las terrazas, en los bosques umbríos, en los áridos desiertos. Los busca en los eclipses de luna, en la nariz de Pinocho, en los sombreros de copa de los magos o en la capucha de Caperucita. Los atrapa con su cazacuentos, una red muy tupida de la que no pueden escapar, y enton-ces los añade a su colección particular.
A veces caen en sus redes poemas, obras de teatro, cartas, manzanas o guio-nes, a los que tampoco les hace ascos. Ahora ha cazado esta historia que te regala, porque lo que más le gusta es compartir el fruto de sus cacerías.