Curiosidades del mundo del libro

¿Sabes lo que es la bibliosmia o de dónde viene la palabra plagio?

La etimología de las palabras nos da pistas muy interesantes sobre su origen y en ocasiones puede hacernos descubrir curiosidades insospechadas sobre términos que usamos en nuestro día a día. Conociendo el origen de las palabras podemos viajar hacia distintos momentos de la historia y, en ocasiones, dejarnos sorprender por sus giros de significado. Ponte las gafas de investigador, porque en este artíulo descubrirás la vida oculta de algunas palabras muy usadas en el mundo literario.  

Este artítulo es la continuación de una serie de tres reportajes con curiosidades sobre el mundo del libro:

  

Términos curiosos sobre libros y lectores

  1.  El término incunable (del latín «en la cuna») se refiere a aquellos primeros libros impresos entre 1453 y 1500, aparecidos por toda Europa en imprentas aún sin especializar. Los volúmenes impresos carecían de portada, título en hoja separada, firma o fecha. La tipografía común utilizada era la letra gótica y los textos contenían numerosas abreviaturas, como acostumbraban los códices medievales. Tampoco mostraban separaciones entre párrafos o capítulos, ni colofón al final. Hoy día son obras de gran valor, entre las que se encuentran las primeras ediciones de Tirante el Blanco (1490), la Gramática de la lengua castellana de Antonio de Nebrija (1492), y La Celestina (1499).
     
  2. ¿Te gusta el olor a libro? Pues bien, esa sensación entrañable al abrir un libro y aspirar el aroma entre sus páginas se conoce como «bibliosmia».
     
  3. El verbo leer viene del latín legere, que originariamente significaba «escoger», entendiendo la lectura como un acto intelectual de elección.
     
  4. Quienes compran libros compulsivamente y los apilan en casa sin leer, han de saber que existe una palabra japonesa para definir esta manía: «tsundoku».
     
  5. En el Egipto antiguo se diferenciaba entre «Casas de libros», archivos donde se guardaban sobre todo textos administrativos, y «Casas de vida», bibliotecas en templos y palacios que custodiaban textos con valor espiritual, moral e intelectual. Las más relevantes fueron las de Menfis, Heliópolis, Hermópolis y Tebas.
     
  6.  El origen del término plagio, el acto de copiar una obra artística ajena haciéndola pasar por propia, deriva del latín plagium, que en la antigua Roma suponía apropiarse y retener al esclavo de otro para usarlo en beneficio propio.