Paloma Jover -autora de este artículo- es editora, profesora asociada del Departamento de Educación en la Universidad de Comillas, conferenciante y asesora de literatura infantil y juvenil.

Los clásicos, decía Calvino, ejercen en nosotros una influencia particular. No importa si se trata del Quijote y La Celestina, o de los autores infantiles y juveniles consagrados; los clásicos son los encargados de transmitir de una generación a otra el imaginario cultural colectivo que sustenta los cimientos de nuestra sociedad.

Cuentos populares, autores como Gianni Rodari o Michael Ende; Shakespeare, Lorca o Clarín han merecido el título de clásicos porque fueron capaces de decir algo por primera vez, de un modo tal que nunca antes había sido dicho. Y descubrirlo o redescubrirlo hará de nuestros lectores, lectores mayores, en el más hondo sentido de la palabra.

Tips para conocer mejor los clásicos a partir de la lectura de estos títulos en tu aula:

  • Hablad sobre las obras antes de leerlas. ¿Conocen la historia que se oculta tras ese título? ¿Han oído hablar alguna vez de su autor? La narración de anécdotas sobre la vida de los escritores los humaniza y los acerca enormemente a sus lectores. Conocer a los clásicos tiende puentes hacia su lectura.
  • Relacionad lo leído con otras manifestaciones culturales de esa misma obra: otras versiones del cuento, filmografía… A menudo, las novelas o cuentos clásicos han sido llevados al cine, han tenido eco en otros relatos o simplemente pertenecen al imaginario cultural colectivo que quizá nuestros alumnos comparten. No dejéis de ponerlo en común. Establecer relaciones entre unos relatos y otros, entre unas y otras obras, les facilitará enormemente la construcción de su propio mapa de conocimientos en el futuro.
  • Anima a la lectura de otros libros clásicos conectados de algún modo con lo leído (por el autor, la tipología, el género…). Los mejores libros suelen llevarnos a otros nuevos títulos, y de aquí a otros diferentes. La lectura de los clásicos hará que el itinerario lector propicie lecturas cada vez más avezadas y maduras.

Parafraseando a Italo Calvino, no olvidemos que los clásicos traen impresa la huella de las lecturas que precedieron a la nuestra. Y son, a su vez, huella inestimable de las culturas que atravesaron.

Biblioteca temática:

Abordar una buena lectura de los clásicos en el aula es un magnífico regalo para tus alumnos.

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