En muchas familias el momento antes de dormir viene precedido de la maravillosa experiencia de compartir un cuento con los pequeños de la casa. ¿Os pasa a vosotros lo mismo?
Quien lo ha probado sabe que este instante de apenas unos minutos se torna mágico para padres e hijos, ya que se fortalecen los vínculos y se refuerza la confianza entre nosotros.
La hora de ir a dormir suele ser una pelea en casi todas las casas con niños pequeños. Capaces de inventar mil y una excusas para no acostarse, el hecho de contar un cuento todas las noches puede facilitar esta labor.
Como la experiencia es muy positiva -no hay móviles, ni ordenadores, ni televisión... que pueda distraer la atención del adulto durante el cuento- los niños desearán que llegue el momento de ir a la cama para compartir este rato tan especial.
Pero, ¿cómo deben ser estos cuentos?
- Los cuentos elegidos deben ser cortos
- Inspiradores
- Que huyan de demasiada acción o de situaciones conflictivas
- Deben ser adecuados a la edad del niño
- Terminar de forma positiva, pues es lo último que el niño tendrá en su mente antes de dormir.